Me he cruzado con gran cantidad de personas que tienen
diversas metas, unas desean alcanzar una posición de influencia, otras es
graduarse de la universidad, encontrar a la mujer de sus sueños y tener un
trabajo excelente, y aunque no lo creas hay personas que caminan por ahí con la
meta: no tener ninguna meta; lo que
importa es el presente.
Antes de sumergirme en la reflexión de hoy quiero que le
demos un vistazo a este fragmento.
“Cuando se decidió que
habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a
un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
Y embarcándonos en una nave adramitena que iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos, estando con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica.
Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que a los amigos, para ser atendido por ellos.
Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.
Habiendo atravesado el mar frente a Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia”. Hechos 27:1-5
Y embarcándonos en una nave adramitena que iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos, estando con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica.
Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que a los amigos, para ser atendido por ellos.
Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.
Habiendo atravesado el mar frente a Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia”. Hechos 27:1-5
Como puedes ver todos
embarcamos en un mismo viaje por la vida, con diferentes sueños y metas. En el
caso del fragmento Pablo tenía una meta
clara: llegar a Roma para hablar con el Emperador. En cambio, la meta del
centurión Julio era llevar a un inocente y a otros presos hacia el mismo
destino. Sin embargo la meta que tenia Pablo en su corazón provenía del corazón
de Dios. Lo cual, quiero decirte que toda meta que viene de Dios se cumplirá en
tu vida a pesar de las adversidades, por eso vengo urgentemente hoy a decirte
que no cometas el error del centurión Julio que su meta era llevar a un
inocente a un juicio injusto y el motivo por el cual hago énfasis en esto es
porque sin darte cuenta tu meta puede llegar a ser: llevarte a ti mismo a un
destino sin sentido. ¡Decide hoy pedirle
a Dios una meta que provenga de Su corazón!
Muy bueno y exelente! reflexion! siempre hay que tener la meta de salvar nuestra propia alma y la de otros tambien! y si una meta es Dios como Charlie! dijo¨ toda meta que viene de Dios se cumplirá en tu vida a pesar de las adversidades¨¨ eso es muy cierto! solo hay que estar de acuerdo con Dios para que pase!
ResponderBorrarMuchas gracias mi amigo Te deseo un feliz día y que no olvides la meta que Dios a puesto en ti porque sí lo logras y no te das por vencido será de mucha bendicion para muchos.
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