Al
conocer muchas personas me he dado cuenta que la mayoría son llevadas de aquí
para allá por el viento del nuevo pensamiento moderno: ten novios/as que sean,
todo es superficial, mientras tú no salgas afectado. ¡Es parecido a cambiar de
zapatos!
Continuando
con el ejemplo de los zapatos, imagínate que un “amigo” te pide que le prestes
unos preciados para ti, los más nuevos que tienes, si esa persona no le
importan tus pertenencias, solamente quiere salir con su apuro, es muy probable
que no los trate bien y hasta llenarlos de estiércol es capaz, de igual manera,
cuando le entregamos nuestro corazón a cualquiera ten por seguro que no regresara
de la misma manera, es posible que lo ensucien así como el ejemplo de los
zapatos.
Pero
no es mi culpa, todo el mundo lo hace…
La
gente no tiene la culpa que en todos los programas de televisión le inviten a
tener una relación amorosa deliberadamente; pero no cuidar lo más preciado, el
corazón, si corre bajo su propia responsabilidad. ¡Guárdalo por favor!
Dios
nos amo tanto que envió a su hijo para morir por todos. Lo demostró en la cruz,
4.5 litros de sangre de Rey llenaron de carmesí esa cruz por ti. ¿No es
suficiente amor para entregarle tu corazón a Él?
Proverbios 4:23: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.