lunes, 25 de agosto de 2014

Sé tu mismo parte II

Intentar ser otra persona  puede meterte en problemas, así como comentaba en la nota pasada. Por lo que, quisiera retomar dos aspectos importantes. El primero, sin mayor importancia que el segundo, es perderte el propósito de tu vida. Dios te ha diseñado con un propósito. Tu función en esta tierra está muy ligado a tu personalidad. En mi caso, yo tengo varios amigos que son músicos y su manera de ser es melancólica y un poco bohemia. Ser así les permite explotar  su talento y cumplir los sueños de Dios que ha depositado en sus corazones.

Si imitas a alguien más, si tratas de parecerte a un amigo que tiene una vida descarriada, una vida que no agrada a Dios, que vive para sí y en el pecado. Es muy probable que termines siendo esa persona, ese es el segundo aspecto que deseaba comentarte. Tanto el primero como el segundo son vitales.

Hoy desee hablar de esto porque pensé en ti, medite en que muchos jóvenes y no tan jóvenes se pierden de grandes oportunidades en Dios por alcanzar la meta de otros, vestirse como otros, adoptar actitudes de los amigos y querer ser diferentes. No quiero que  se mal intérprete y pienses que no es bueno mejorar, claro que no, mi punto es amarte aún con defectos y virtudes. No importa si los demás te rechazan, si te han descalificado de su equipo. Hoy tengo una buena noticia para ti. Sí crees en Jesús y lo recibes, no sólo serás  parte del equipo de Dios, sino que tendrás acceso directo a El. Podrás andar de cerca del dueño del equipo. Para terminar, si tu tomaste esa decisión te recuerdo: "trata hasta donde tu puedas de vivir una vida santa, teniendo en cuenta que es por Su gracia y no por nuestras obras que, caminaremos en integridad". <<...Dios nos salvo y nos llamo a una vida santa..." 2 Timoteo 1:9.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Gracias por dejar tu opinión! Por favor procura que tus comentarios estén dentro del tema, que no sean promocionales (spam), ilegales u ofensivos, de otro modo, serán borrados.