En fin, después de estar batallando conmigo mismo, decidí volver a hacerlo;pensé: "quizás alguien lo necesita, puede que una persona necesite leer esto". Para sorpresa mía mi doble esfuerzo valió la pena. La doble milla que corrí provoco mucho fruto.
Dios nos envía a hacer muchas obras, puede ser el ministerio, un trabajo, una misión, etc. Sea lo que fuere lo que nos envíe a hacer, nosotros debemos enfocarnos en ello. Puede llegar a ser duro en algún momento, pero hay esperanza El nos ha capacitado con todo lo que necesitamos.
Ahora quiero darte un ejemplo:
El Señor le ordeno a Jeremías que escribiera en un rollo todas las palabras que El le había dicho. Hasta aquí todo va caminando perfectamente pero cuando el rey escucho todo lo que contenía lo tiro al fuego para que se quemara, era muy dura la palabra. Su actitud es parecida al comportamiento que muchas personas hoy en día demuestran al escuchar el mensaje de la cruz, lo sienten demasiado duro y se niegan a seguirlo. Después del incidente, Dios le encomendó de nuevo a hacer el rollo a Jeremías y el obedeció. Pudo haber sentido lo mismo que nos pasa a nosotros cuando nos desanimamos y frustramos, pero eso no lo detuvo.( ver Jeremías 36).
Cuando escribí esto pensé en todos aquellos hijos de Dios que tienen un trabajo insoportable y que el jefe les demanda hacer una y otra ves algo. Sienten que ya no puede más, el trabajo es demasiado agotador y no ven nada positivo en su situación. Hoy vengó a decirte: "no te des por vencido/a, vuelve a escribir el rollo, no me he olvidado de tus obras ni lo que haces por mi. Yo le pago bien a mis obreros. Soy justo y honro a los que me honran dice el Señor".