Si no te has
dado cuenta tienes mucho talento dentro de ti, ¿yo?, si tú el que esta al otro
lado de la pantalla. No voltees a ver hacia atrás, es contigo la conversación
no lo dudes. Reiterando: ¡Dios deposito
en ti grandes talentos!
Es triste
cuando no sabemos cual es el talento que nos caracteriza; pero es una tragedia
reconocer un talento y jamás multiplicarlo. Los talentos tienen esa
peculiaridad de crecer cuando los usamos.
24 »Después llegó el que había
recibido sólo mil monedas. “Señor —explicó—, yo sabía que usted es un hombre
duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. 25 Así que tuve miedo, y fui y
escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo.” 26 Pero su señor le contestó:
“¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y
recojo donde no he esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi
dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses. Mateo 25: 24-27
Creo que a muchos no les cabe duda que los talentos se multiplican. Es claro
cuando leemos versículos anteriores a los que te presento arriba de estas líneas.
Pero saber a donde empezar o en que administrarlo es mas difícil.
Sentido Común…
Un día de estos me pareció tan ilógico que el hombre colocara
las monedas en la tierra. Tenía conocimiento del carácter del Señor, pero le
falto sabiduría para poder usar correctamente ese conocimiento. Sabia que El
cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. En muchas ocasiones
tenemos la idea de que talento poseemos pero no es suficiente, necesitamos sabiduría
para saber en donde producirá fruto. Cualquiera que sea tu talento debes
llevarlo al lugar correcto. Por ejemplo:
alguien siente que Dios puso el talento de hablar en público, entonces, esta
persona tiene que empezar a tocar puertas en radios, en televisión etc.
Te doy un
consejo: usa el sentido común. Obviamente
las monedas tenían que estar en el banco, era el lugar perfecto.
No permitas
que se esfume lo mejor de Dios para ti. Espero que, no te suceda lo mismo que
el hombre mencionado en esta parábola. ¡Usa
lo poco o mucho que tengas!