jueves, 19 de diciembre de 2013

Mucho talento;pero...

Si no te has dado cuenta tienes mucho talento dentro de ti, ¿yo?, si tú el que esta al otro lado de la pantalla. No voltees a ver hacia atrás, es contigo la conversación no lo dudes. Reiterando: ¡Dios deposito en ti grandes talentos!

Es triste cuando no sabemos cual es el talento que nos caracteriza; pero es una tragedia reconocer un talento y jamás multiplicarlo. Los talentos tienen esa peculiaridad de crecer cuando los usamos.

24 »Después llegó el que había recibido sólo mil monedas. “Señor —explicó—, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. 25 Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo.” 26 Pero su señor le contestó: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses. Mateo 25: 24-27

Creo que a muchos no les cabe  duda que los talentos se multiplican. Es claro cuando leemos versículos anteriores a los que te presento arriba de estas líneas. Pero saber a donde empezar o en que administrarlo es mas difícil.

Sentido Común…

Un día de estos me pareció tan ilógico que el hombre colocara las monedas en la tierra. Tenía conocimiento del carácter del Señor, pero le falto sabiduría para poder usar correctamente ese conocimiento. Sabia que El cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. En muchas ocasiones tenemos la idea de que talento poseemos pero no es suficiente, necesitamos sabiduría para saber en donde producirá fruto. Cualquiera que sea tu talento debes llevarlo al  lugar correcto. Por ejemplo: alguien siente que Dios puso el talento de hablar en público, entonces, esta persona tiene que empezar a tocar puertas en radios, en televisión etc.

Te doy un consejo: usa el sentido común. Obviamente las monedas tenían que estar en el banco, era el lugar perfecto.


No permitas que se esfume lo mejor de Dios para ti. Espero que, no te suceda lo mismo que el hombre mencionado en esta parábola. ¡Usa lo poco o mucho que tengas!

martes, 10 de diciembre de 2013

No tienes nada que perder parte II

Últimamente he estado haciendo segundas partes de muchas de mis reflexiones. El propósito de ellas es para ver los detalles detenidamente. En muchas ocasiones pasamos desapercibidas cosas importantes, por eso te animo a que no pares de leer porque aquí vamos con algo brillante. ¡Acompáñame!

Un breve resumen…
En la nota anterior hacia énfasis en la actitud de la madre de Moisés, la cual dio un gran paso de Fe. Después de haber soltado a ese niño pareciere que todo término ahí; pero la verdad es que no fue así y es lo que veremos hoy. Antes, déjame decirte que dar un paso de Fe seria: Creerle a Dios cualquier cosa. ¿Difícil?, si porque no tenemos el control de la situación. Cuando en realidad creemos es cuando caminamos aun sin tener las respuestas a todas nuestras preguntas.

El punto central es…
Desde este punto la madre de Moisés ya no supo nada sobre el; pero hay alguien que nos muestra mas sobre la Fe y es la hermana del hombre de Dios.

“4 Pero la hermana del niño se quedó a cierta distancia para ver qué pasaría con él.
5 En eso, la hija del faraón bajó a bañarse en el Nilo. Sus doncellas, mientras tanto, se paseaban por la orilla del río. De pronto la hija del faraón vio la cesta entre los juncos, y ordenó a una de sus esclavas que fuera por ella. 6 Cuando la hija del faraón abrió la cesta y vio allí dentro un niño que lloraba, le tuvo compasión, pero aclaró que se trataba de un niño hebreo.
7 La hermana del niño preguntó entonces a la hija del faraón:
— ¿Quiere usted que vaya y llame a una nodriza hebrea, para que críe al niño por usted?
8 —Ve a llamarla —contestó.
La muchacha fue y trajo a la madre del niño, 9 y la hija del faraón le dijo:
—Llévate a este niño y críamelo. Yo te pagaré por hacerlo. Fue así como la madre del niño se lo llevó y lo crió.” Éxodo 2: 4-8

Fe astuta…
Al parecer fue muy atrevido lo que la hermana de Moisés le propuso a la hija de Faraón; pero cuando se quiere algo de verdad la Fe astuta mueve montañas. Su astucia se muestra en el momento en que hace la pregunta correcta:

“¿Quiere usted que vaya y llame a una nodriza hebrea, para que críe al niño por usted?” Éxodo 2: 7

No me digas que tienes Fe sino la demuestras con hechos. Te daré unos ejemplos prácticos, mira lo siguiente:

Señor tu has dicho que yo y mi casa seremos salvos, por eso te doy gracias porque (“miembro de tu familia”) esta gozando de tu salvación.
Señor yo se que tu eres el mismo por siempre, por eso te pido que obres en mi vida así como lo hiciste con Moisés, no permitiste que muriera, ni que sus enemigos se burlaran de el.
Señor tu dijiste (“promesa personal”) estoy esperándola fervientemente y animado/a.

En fin, mi querido amigo/a ahí te dejo algunos ejemplos. Si tu alineas tu oración a la voluntad de Dios y tienes una Fe astuta lo mas probable es que veras muy pronto cosas maravillosas en tu vida. ¡No tienes nada que perder, persevera con una Fe astuta!

lunes, 2 de diciembre de 2013

No tienes nada que perder

Contexto…
Falleció José y toda aquella generación. Sin embargo los israelitas fueron haciéndose más y más poderosos. Entonces, llego al poder en Egipto otro rey que no había conocido a José y este ordeno que todos los varones hebreos que naciesen fueran lanzados al rio. Todo fue por temor a este pueblo fuerte y numeroso. 

Hubo un levita que tomó por esposa a una mujer de su propia tribu. La mujer quedó embarazada y tuvo un hijo, y al verlo tan hermoso lo escondió durante tres meses. Cuando ya no pudo seguir ocultándolo, preparó una cesta de papiro, la embadurnó con brea y asfalto y, poniendo en ella al niño, fue a dejar la cesta entre los juncos que había a la orilla del Nilo.” Éxodo 2: 1-3

Creo que la mayoría hemos visto esta historia en películas o en la televisión; pero si no me equivoco pocos observamos el hecho de la madre de Moisés al ponerlo en una cesta y enviarlo por el rio. Hay algo atrás del escenario; la fe. ¿Cuántas ocasiones has hecho algo solamente por fe? ¿Cuándo fue la última vez?
En realidad esta mujer, no tenía nada que perder.

¿Cómo puedes decir eso si en el rio se pudo haber ahogado ese niño?, puedes decirme. Si me permites te invito a pensar en esto: aunque ella quisiera quedarse con su hijo, no podía porque iba a morir de todas maneras. Enviarlo al rio era su única opción. La verdad es que lo lanzo por fe. Amigo/a creer no te hace perder nada, es mas te puede hacer ganar mucho. Si te cabe la duda revisa lo grandioso que llego a ser el futuro de Moisés cuando siguió la voluntad de Dios.


Muchos hombres se lanzaron por fe y después de no tener nada, lograron muchas hazañas que hasta ahora se recuerdan. Te animo a no limitarte. ¿Tiene riesgos?, claro que si; pero muchas de las cosas que he hecho hasta ahora han sido por fe, déjame decirte que después de no tener nada, y conseguir lo que esperaba, me ha hecho ver las promesas de Dios para mi. ¡Cree no tienes nada que perder!